jueves, 6 de agosto de 2015

Hablar en Público: Fases del Discurso

Aunque todos hablamos diariamente con otras personas, para hablar en público se necesita aprender y dominar unas habilidades y destrezas básicas cuyo aprendizaje requiere esfuerzo y dedicación.
El proceso de hablar en público también se puede dividir en fases:
introducción, desarrollo y terminación.

  1. Introducción.
En ella se anticipa lo que se va a decir durante la exposición del tema objeto
de la exposición.
Con ésta se intenta ganar la atención de la audiencia, estimular su interés por el tema y preparar el camino para el desarrollo de la exposición.
Hay muchas formas distintas de estimular el interés de la audiencia por el tema durante la introducción. Así, por ejemplo, se les puede hacer una pregunta sugestiva; comentarles una afirmación insólita, audaz o sorprendente; presentar un ejemplo o narrarles una anécdota; comenzar con una nota de humor; emplear una cita provocativa; plantear una situación hipotética; contar una experiencia personal, etc.
En la introducción se presenta el tema de la exposición y, generalmente, se avanza un esquema de sus puntos principales o se anticipa la idea central.             
          
        2.Desarrollo (o cuerpo).

Durante éste se exponen las ideas principales que previamente hemos esquematizado.
Incluye generalmente entre dos y cinco puntos principales (en una exposición breve), que sirven para expresar y fundamentar la idea central de la exposición. Para desarrollar cada punto principal uno puede utilizar ejemplos, testimonios, analogías, citas estadísticas, casos específicos, explicaciones, argumentos y ayudas visuales (diapositivas, películas,gráficos, pizarra…). Es conveniente no dar toda la información de golpe, sino explorar las ideas en función del tiempo que se tenga.
Es también aconsejable no ir saltando de una materia a otra, sino guardar un cierto orden y coordinación entre las ideas o puntos a exponer; los oyentes pierden el interés cuando escuchan cosas sueltas y desorganizadas.

         3. Terminación (conclusión).

En ella se hace un resumen de lo dicho, una síntesis de lo que se ha pretendido exponer o plantear.
Por ejemplo, tú puedes querer que el auditorio quede informado o persuadido de algo, que ponga en duda alguna cosa, que se sienta llamado a la acción o que se haga una serie de preguntas sobre algo. Tres son los modos básicos de concluir una exposición:

a) Expresar o reafirmar la idea central.
b) Sintetizar los puntos principales expuestos.
c) Indicar una acción deseada, exhortando al auditorio a llevar a cabo una acción o
acciones específicas.
Estructura y proceso para articular
una exposición oral pública
ORGANIZACIÓN DE LA EXPOSICIÓN

Cuando se va a realizar una exposición es conveniente seguir cierto orden en lo que se va a decir y como se va a exponer. Es decir, se ha de tener previsto lo que puede ocurrir o queremos que ocurra desde que uno se dirige al lugar desde donde va a hablar hasta que lo abandona.
Un orden aconsejable para organizar los pasos o tareas a realizar podría ser el siguiente:


1. Acércate al lugar desde donde vas a hablar con paso natural y desenvuelto.

2. Si eres presentado, mira al público tanto como al presentador. No mires al suelo
fingiendo modestia.

3. Mira a la audiencia antes de comenzar la exposición.

4. Saluda al público.

5. Comienza tu exposición, la cual es conveniente que esté organizada en tres partes: Introducción, desarrollo y terminación, tal como te acabamos de indicar en la introducción.

6. Mira de vez en cuando, durante unos instantes, a los componentes del auditorio
mientras permaneces en silencio. Estas pausas muy breves alivian la atención y
concentración de la audiencia y, por tanto, se agradecen.

7. Haz una referencia expresa al público con comentarios de despedida, agradecimiento, cumplido, etc.

8. Si debes dejar tu sitio a otro conferenciante, abandona el lugar con paso natural y desenvuelto.


(Los puntos 3 y 6 pueden preceder y seguir a los 4 y 7, respectivamente)

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