martes, 10 de marzo de 2015

Habilidades Sociales

¿Qué son las habilidades sociales?

No es ningún secreto que una de las partes más importantes de nuestra vida son las relaciones sociales.
 En cada una de las cosas que hacemos hay un componente de relaciones con los demás que determina en gran medida (facilitando o ntorpeciendo) nuestra búsqueda de la felicidad.
Es creencia común que la simpatía y el atractivo social de algunas personas es innato. Sin embargo, está claro que es algo que se adquiere a través de experiencias que los van modelando hasta hacerlos expertos en estas habilidades.

Raramente en nuestra vidas vamos a poder escapar de los efectos de las relaciones sociales, ya sea en nuestro lugar de trabajo, de estudios, nuestros ratos de ocio o dentro de nuestra propia familia. Una interacción placentera en cualquiera de estos ámbitos nos hace sentirnos felices, desarrollando nuestras tareas con mayor eficacia. De hecho, una baja competencia en las relaciones con los demás puede llevar al fracaso en un trabajo, los estudios o en la familia.
Unas buenas habilidades sociales nos van a ser de utilidad en multitud de ocasiones:
¿Como conseguimos integrarnos en un grupo nuevo de amigos?
¿Como establecer una relación adecuada con nuestros hijos adolescentes?
¿Cómo decir no sin que la relación se sienta perjudicada?
¿Cómo actuar correctamente ante una entrevista de trabajo?

-Definición de habilidad social:
Según Caballo (1986): "La conducta socialmente habilidosa es ese conjunto de conductas emitidas por un individuo en un contexto interpersonal que expresa los sentimientos, actitudes, deseos, opiniones o derechos de ese individuo de un modo adecuado a la situación, respetando esas conductas en los demás, y que generalmente resuelve los problemas inmediatos de la situación mientras
minimiza la probabilidad de futuros problemas."

De aquí podemos sacar varias ideas, de gran interés para la vida diaria:
1.- Contexto interpersonal: Hay que examinar el contexto, con quién, cuando cómo se emiten las respuestas habilidosas.
2.- Respetando las conductas de los demás: Tan habilidoso es expresar un cumplido cómo aceptarlo de la forma adecuada. La forma como reaccionamos a las conductas de los demás tiene siempre sus consecuencias.
3.- Resuelve y minimiza problemas: Las habilidades sociales están orientadas a un objetivo. Estos objetivos pueden ser de varios tipos:

a) Objetivos materiales - Efectividad en los objetivos (Ej. conseguir que nos suban el sueldo)
b) Objetivos de mantener o mejorar la relación - Efectividad de la relación (Ej. no tener un conflicto con el jefe)
c) Objetivo de mantener la autoestima - Efectividad en el respecto a uno mismo (Ej. no sentirnos inferiores si no nos lo conceden ni criticarnos por ello).
El entrenamiento en habilidades sociales consta de una Fase educativa, otra de entrenamiento en las habilidades y una última en la que se practica en situaciones reales.

OTROS MODOS DE TRANSMISION DE INFORMACIÓN NO VERBAL:

Con la cabeza, la cara y los ojos.
Postura. Inclinarse hacia una persona demuestra interés.
Distancia. Acercarse a una persona favorece la comunicación.
Gestos. Las actitudes positivas se manifiestan con movimientos frecuentes de las manos.
Tono de voz. En función del tono de voz del emisor el receptor puede percibir indignación, fastidio, etc.
Factores ambientales. Hay ciertos factores ambientales que llegan a influir sobre el receptor. Color, temperatura, luz, etc.
Vestido y apariencia.
Retrasos.
Mirar el reloj.

HACER PREGUNTAS

* Según el tipo:
- abiertas (invitan a una contestación amplia)
- cerradas (invitan a si/no o elegir la respuesta entre las que se ofrecen)
Para iniciar y mantener conversaciones, es más adecuado usar preguntas abiertas.
* Según el grado de intimidad:
- circunstanciales (hora, detalles ambientales, circunstancias)
- impersonales, actualidad... ).
- personales (trabajo, gustos, aficiones ...)
- muy personales (opiniones, actitudes, posturas ...)
- íntimos (sentimientos, situaciones vitales personales, filosofía propia ...)
Para iniciar y mantener conversaciones conviene empezar por preguntas circunstanciales e ir ascendiendo en grado de intimidad y si es posible, llegar, a grados íntimos.

PARAFRASEAR
Consiste en repetir las últimas palabras que ha dicho el interlocutor, exactamente, o añadiendo algo más, como por ejemplo una pregunta.

AUTORREVELACIÓN
Una estrategia muy sencilla pero muy útil para mantener conversaciones es autorrevelar, o cuando nos hacen una pregunta concreta, cerrada o abierta, responder dando mucha más información de la solicitada.

CEDER Y TOMAR LA PALABRA
Hay muchas formas de ceder y tomar la palabra, las más claras:
- Preguntar al interlocutor directamente usando preguntas de tipo abierto
- Dejar de hablar y mirar al interlocutor directamente a los ojos sonriendo

Para tomar la palabra habilidosamente hay dos estilos básicos:
- Aprovechar una pausa del interlocutor para hablar (cuando nos hace una pregunta, o cuando no habla y nos mira) o
- Subir el volumen de la voz ligeramente aún cuando nos están hablando

- CAMBIAR DE TEMA
Existen básicamente dos estilos para cambiar de tema diferenciándose entre sí según el nivel de directividad:
- indirectamente, aprovechando alguna de las palabras del mensaje de nuestro interlocutor como enlace para otro tema
"hoy hacía un frío terrible"
"¿frío?, el que hacia en ... ?"
-directamente, de forma clara y usando palabras introductorias estándar (muletillas) como:
"cambiando de tema... por cierto..., a propósito de lo que dices..., se me está ocurriendo..."

Temas de transición
A. Momentos apropiados para cambiar una conversación
- cuando hay una laguna en la conversación
- cuando el tema del que se está hablando se está acabando
- cuando la otra persona parece aburrida
B. Frases de transición
- Si el tema de tu interlocutor te recuerda un nuevo tema:
-- eso me ha pensar en...
-- eso me recuerda...
- Para volver a hablar sobre un tema del que ya se ha hablado:
-- antes dijiste...
-Si no hay ningún momento claro para plantear el cambio de conversación
-- estaba pensando...
-- una cosa de la que quería que habláramos era…

DAR Y RECIBIR CUMPLIDOS

Para dar cumplidos es conveniente seguir las siguientes sugerencias:

1. El cumplido debe ser nuestra respuesta a un sentimiento auténtico o a un pensamiento coherente con nuestra forma de entender la vida. Si de verdad lo sientes o lo piensas, transmíteselo a la otra persona. No se debe ser falso diciendo lo que no se siente o no se piensa realmente. Ahora bien, recuerda que siempre es posible hallar algo positivo en lo que es o tiene la otra o las otras personas y que es muy bueno para las relaciones interpersonales que uno dé muestras al otro o los otros de que es capaz de darse cuenta de ello.
2. No se deben dar cumplidos muy a menudo porque dejan de hacer efecto (el otro se sacia), pero sí es importante hacerlo de vez en cuando porque es una forma de reconocer y valorar algo de la otra persona.
3. En ocasiones también es necesario y bueno que uno se haga cumplidos a sí mismo, se reconozca y se refuerce haber sido capaz de realizar un esfuerzo para lograr algo que se deseaba o que le habían pedido. En este contexto, dar(se) un cumplido siempre será un excelente antídoto contra el desánimo y la indiferencia que en ocasiones puede producirse en uno, cuando las personas de las que esperaba que le reconocieran el esfuerzo realizado no lo hacen. En estos casos no dejes tú de dártelo (¡pero sólo de vez en cuando!).

Recibir cumplidos

A veces puede resultar tan difícil responder a un cumplido como darlo. Por ello es bueno que sepas que, si te llega a ocurrir esto, hay una serie de reglas que puedes aplicar para no quedarte sin respuesta cuando alguien te halague reconociéndote a ti o a lo que haces o tienes alguna cualidad positiva. Veámoslas:

1. Recibir un cumplido no implica necesariamente tener que responder con otro Así, por ejemplo, si alguien te dice «¡Qué guapo/a te veo!» no tienes necesariamente que decir «Yo también te veo muy guapo/a», sería mejor decir «Gracias» y, en otra ocasión, si de verdad lo sientes, puedes devolverle el cumplido a la otra persona diciéndole, por ejemplo, «¡Hoy estás preciosa! o ¡Estás guapísimo!».

2. Cuando a uno le hacen un cumplido no se queda mejor si en un acto de humildad lo rechaza infravalorándose. El cumplido se debe aceptar como un regalo o reconocimiento que nos hace la otra persona y, cuando lo hace, suponemos que es auténtico, sentido y coherente con lo que piensa de nosotros; por ello, no queda uno mejor infravalorándose o rechazándolo, sino aceptándolo y dándole las gracias. Así, por ejemplo, ante un cumplido sobre cómo juega uno no se debería responder «No, si yo realmente no juego bien» o «No es para tanto, lo hago todavía bastante mal» o «Tú eres el que realmente juega bien y por eso me miras con buenos ojos».

3. Elimina de tu mente la idea de que el otro cuando te halaga «no lo dice de verdad». Cuando tú lo dices, ¿es de verdad?, entonces, ¿por qué no lo puede ser cuando lo dicen los demás? Debemos dejar de pensar que quien da un cumplido lo hace por compromiso. Es verdad que también hay de esos, pero son los menos; la gran mayoría de las personas emplean los cumplidos cuando de verdad lo piensan y sienten así.


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