lunes, 16 de marzo de 2015

Orientaciones a seguir para establecer amistades

Orientaciones a seguir para establecer amistades

En primer lugar has de saber que si quieres hacer amigos, necesariamente tienes que conocer a gente.
Como sabes, una forma de conocer gente es ir a donde se reúne con algún fin o apuntarte a algún tipo de asociación. Así, por ejemplo, es posible hacer amigos en tu propio instituto, en una excursión, en la playa, en lugares como los polideportivos, o en los festivales o locales de música donde la gente se reúne para escuchar a sus grupos o cantantes favoritos.

Pero, además de acudir a esos lugares o apuntarte a alguna asociación para hacer más probable que conozcas a alguien, debes saber que existe una serie de pasos que sería deseable que dieras si quieres aproximarte a una persona pretendiendo establecer una amistad. En este sentido te sugerimos que actúes de la siguiente forma:

1. Tantea el terreno. Es decir, observa si la persona está interesada en hacer algo contigo o con la gente de tu grupo o, si eres tú el(la) interesado(a) en hacer algo con ella, puedes realizar
preguntas cerradas con este fin. Así, si sabes que les gusta el cine, puedes preguntar: «¿Vais a ir al cine esta tarde?»; si es el fútbol lo que les interesa, puedes preguntar: «¿Vais a jugar el sábado por la mañana»?, etc. En una situación menos clara, es decir, donde no sabes con
certeza qué le gusta al otro, puedes tantear el terreno con preguntas abiertas como: «¿Qué deportes te gustan? ¿Cuáles son las asignaturas que más te gusta estudiar?».

2. Realiza una invitación abierta. Si hemos podido averiguar lo que le gusta a la persona que queremos conocer, entonces podemos hacerle una invitación abierta para determinar si ella también está realmente interesada en conocernos a nosotros, o no lo está. Podemos realizar
proposiciones similares a las que siguen: «Podíamos quedar para ir al cine, ¿qué te parece?» o «Algún día tenemos que quedar para hablar de..., ¿te parece bien?».

3. Actúa ante las respuestas. Ante nuestra invitación pueden darse tres posibles respuestas del otro o los otros: respuesta afirmativa, neutra o negativa. Veamos qué habríamos de hacer en cada caso:

a) Respuesta afirmativa. Pon una fecha concreta Imagina que la otra persona te responde diciendo: «¡Genial!» o «¡A ver si es verdad!» o
«¡Me encantaría!» Si ocurre esto, entonces puedes poner una fecha concreta para quedar.

b) Respuesta neutra. Inténtalo otro día Si la respuesta de la otra persona es del tipo: «Tal vez, bueno, algún día podríamos quedar» o «Sí, quizás algún día lo podríamos hacer», no debes atosigar al otro. En estos casos es mejor volver a intentarlo otro día o pasado un tiempo. Una posible respuesta serían por ejemplo, «Vale, ya me avisarás cuando puedas» o «Venga, quedamos en eso».

c) Respuesta negativa. No insistas
Si la respuesta es «En estos momentos estoy un poco liada» o «Ya, pero es que ya he quedado con mis amigos» o alguna otra en la que indirecta o directamente se te dice «no» no insistas; lo mejor es abandonar el intento y dejarlo para otra ocasión más propicia. En estos casos tú también puedes responder: «Bueno, vale, no pasa nada» o «Si cambias de idea, dímelo».

A continuación te describimos una situación imprevista que es aprovechada por una de las personas (Juani o Marcos) para intentar establecer una amistad. Estudia bien cómo proceden, quién toma la iniciativa y cómo la toma, cómo mantiene la conversación, etc. Por cierto,
también te proponemos que elabores tus alternativas sobre cómo terminarías la conversación y mandárnosla a nuestro correo info@psicologo-forense.com.

Situación.
Carmen/Carlos te presenta a Juani/Marcos, un amigo(a) suyo(a). Estáis charlando los tres y en la mitad de la conversación Carmen/Carlos va a llamar por teléfono; mientras te quedas solo(a) con Juani/Marcos, él/ella te dice:
Juani/Marcos: Entonces estás estudiando en la Torreta.
Tú: Sí, ya llevo allí dos cursos.
Juani/Marcos: Y ¿qué tal se está?
Tú: Bueno, supongo que como en todos los institutos. No se está mal.
Juani/Marcos: ¡Vaya!, pues en el mío tenemos un profesor que da su clase bastante mal.
Tú: ¿Sí?
Juani/Marcos: Pues sí. Pero nadie hace nada.
Tú: ¿De qué da clase?
Juani/Marcos: De Filosofía. ¡Imagínate!
Tú: ¡Vaya!
Juani/Marcos: Sí...
Tú: ¿Cómo te van las otras asignaturas?
Juani/Marcos: Mal, mal.
Tú: ¿Mal?, pero ¿muy mal?
Juani/Marcos: Pues mal.
Tú: ¿Es que te han quedado varias asignaturas?
Juani/Marcos: Sí.
Tú: Por cierto, ¿practicas algún deporte?
Juani/Marcos: Si, patino.
Tú: ¡Vaya, como yo!
Juani/Marcos: ¿Dónde patinas?
Tú: En un sitio cerca del pabellón de deportes.
Juani/Marcos: Yo en la pista del Infante, cerca de mi casa.
Tú: Será por eso por lo que no hemos coincidido.
Juani/Marcos: Claro, porque siendo tan pocos los que patinamos... ¡Mira que no conocernos!
Tú: Sí, es verdad, aunque quizá conozca a alguien que patine contigo.
(él/ella dice varios nombres, pero no te suena ninguno)
Tú: Pues no me suenan.
Juani/Marcos: Ya, es que los que patinan conmigo viven la mayoría fuera, en urbanizaciones

Orientaciones a seguir para mantener amistades

La amistad, como casi todo en la vida, requiere mantenimiento para sobrevivir. La mejor forma de mantener las amistades es frecuentar a los amigos, preocuparse por su situación personal y familiar, planear actividades juntos, etc., es decir, mantener un contacto regular que facilite
tanto el conocimiento continuo del otro como la posibilidad de sentirte cómodo para expresarle lo que piensas y sientes.
Compartir cosas con los amigos es básico, pero todo tiene un límite, el exceso de lo que sea siempre es malo. No es bueno que uno nunca exprese lo que siente, pero tampoco es bueno para mantener una amistad el que uno esté permanentemente descargando en el otro lo que leocurre. ¡A nadie le gusta estar oyendo a alguien quejarse de forma constante!, aunque se trate de tu mejor amigo o amiga. El exceso sacia y con el tiempo termina cambiando su significado: lo que previamente era atractivo y apetitivo termina convirtiéndose en repulsivo y aversivo.
Recuerda que si lo que buscas es estar con gente agradable, simpática, que te entienda, es muy probable que los demás también esperen lo mismo de ti. Pero, simpático y agradable no son sinónimos ni de superficial ni de pesado. Una broma de vez en cuando siempre suele ser
bienvenida. Una broma detrás de otra, un día y otro día, termina cansando y haciendo que nos vean como «el cuentachistes» o «el bromista» en sentido peyorativo. Evita el exceso, pero si quieres ser agradable recuerda que tienes que aprender a serlo, y eso se aprende practicando y observando tanto las consecuencias de tu propio comportamiento como el de aquellos que entiendes que pueden ser buenos modelos para imitar. Recuerda que nadie nace siendo agradable: también se aprende.

En síntesis, un buen plan para mantener amistades debería incluir:

- Un régimen regular de visitas o actividades conjuntas.
- Planificar actividades extraordinarias conjuntas.
- Controlar los efectos negativos de la saciación: evitar los excesos, siempre que sea posible.
- Preocuparse por la situación personal, académica, laboral, etc., del otro.
- Ofrecer ayuda cuando se perciba necesidad o cuando el otro te lo solicite.
-Aprender de lo que hacen aquellos, que conservan durante mucho tiempo a sus amigos.

Estos son unas orientaciones muy básicas para aquellas personas que noten dificultad en mantener amigos durante mucho tiempo  y/o les gustaría hacer nuevas amistades.


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